Para Revisión Marzo Haṭha Yoga Pradīpikā



Haṭha Yoga Pradīpikā

Luz sobre el Haṭha Yoga




 

Estructura y contenido

El Haṭha Yoga Pradīpikā es el manual escrito mas importante sobre Haṭha Yoga. Su  autor, el Yogui Svātmārāma vivió a mediados del siglo XIV d.C. Esta obra persigue la integración entre las disciplinas físicas y las prácticas espirituales más elevadas  del Rāja Yoga.

Para quienes padecen de desórdenes en los humores corporales (doṣas)  se prescriben los “seis-actos” (ṣaṭkarmas). Estas técnicas purificatorias se deben  practicar antes que las técnicas de control respiratorio

Un característica importante en la enseñanza de Svātmārāma es el “culto a través del sonido” (nādaupāsana), por medio del cual se alcanza la condición de  “disolución” (laya) mental.

 

 

Primera parte: sobre las āsanas




 

Saludo y presentación:

*Saludo a Śiva, el primer Señor del Yoga que enseñó el haṭhavidyā a (su esposa)  Pārvatī el cual, como una escalera, conduce hacia el rājayoga.

*El yogui Svātmārāma, después de saludar solemnemente a su maestro,  establece desde el principio que el haṭhavidyā es solamente un medio para la  realización del rājayoga

*El haṭhayoga es un refugio para quienes padecen de los tres tipos de dolor.  Para todos los que se dedican al yoga, el haṭhayoga es la base que soporta su  práctica.

*El yogui que desee el éxito debe mantener el haṭhayoga en riguroso secreto,  pues sólo así es efectivo. Cuando se divulga indiscriminadamente pierde todo su  poder.

 

Lugar para la práctica:

*Se debe practicar haṭhayoga en una pequeña y solitaria ermita (maṭha),  libre de piedras, agua y fuego, en una región donde impere la justicia, la paz y  la prosperidad.

*En tal lugar el yogui, libre de toda preocupación, se dedicará únicamente  a la práctica del yoga siguiendo las instrucciones de su gurú.

 

Requisitos para la práctica:

*El yogui fracasa por exceso de comida, agotamiento físico, charlatanería, ascetismo exagerado, compañía inadecuada e inquietud.

 

Actitudes previas:

*Las diez yama son: ahiṃsa, satya, āsteya, brahmacarya, paciencia, fortaleza de espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta y śauca.

*Las diez niyama son: tapas, saṃtoṣa, espíritu religioso, caridad, īśvarapraṇidhāna, svādhyāya, sencillez, inteligencia, japa y yatna

 

Posturas:

 *En primer lugar se exponen las āsanas, pues constituyen el primer paso del  haṭhayoga. Las āsanas se practican para lograr una postura estable, salud y  flexibilidad.

 A continuación se muestran algunas de las āsanas adoptadas por sabios como Vasiṣṭha y por yoguis como Matsyendra.

 

Posturas generales:

Svastikāsana: sentarse en el suelo con el cuerpo erguido y las piernas  dobladas colocando la planta de cada pie entre la pantorrilla y el muslo (de la  pierna contraria).

Vīrāsana: un pie se coloca encima del muslo contrario y el otro pie  debajo (del otro muslo).

Uttānakūrmāsana: adoptando kukkuṭāsana (sin elevación del cuerpo), se  agarra la nuca con los dedos de las manos entrelazados y se permanece así,  como una tortuga boca arriba (con la espalda en el suelo).

Matsyendrāsana: se coloca el pie derecho en la raíz del muslo izquierdo  y el pie izquierdo junto a la parte exterior de la rodilla derecha; se agarra el pie  izquierdo con la mano derecha y el derecho con la mano izquierda (pasando  los brazos por detrás de la espalda); se permanece con el cuerpo girado todo  lo que se pueda hacia la izquierda.

*Esta postura incrementa el apetito estimulando el fuego gástrico (pitta); es un remedio contra las enfermedades más mortíferas. Con su práctica  regular se despierta kuṇḍalinī y se detiene el néctar que se derrama desde la  luna

Māyūrāsana: se colocan las manos firmemente en el suelo y se eleva el  cuerpo en el aire apoyando el vientre sobre los codos; el cuerpo se mantiene  recto como un palo.

*Esta āsana cura diversas enfermedades como gulma, udara y otras  dolencias abdominales; elimina los desórdenes causados por el desequilibrio  entre vata, pitta y kapha; facilita las digestiones pesadas y hace digerible incluso a kālakūṭa

Śavāsana: permanecer tendido en el suelo boca arriba como un muerto;  esta āsana elimina el cansancio ocasionado por otras āsanas y proporciona  descanso a la mente.

Posturas de meditación Śiva enseñó 84 āsanas; se describen ahora las cuatro más importantes:

siddhāsana, padmāsana, siṃhāsana y bhadrāsana.

 

 

Siddhasana La más confortable de las cuatro, siddhāsana, debe practicarse  siempre.

Se aprieta con firmeza el talón izquierdo contra el  perineo y se coloca el derecho justo encima del órgano sexual (a la  altura del pubis), sujetando el pene entre los dos pies (en la versión  femenina, el talón más bajo debe colocarse contra los labios mayores  de la vagina); se mantiene la barbilla contra el pecho y se permanece  sentado en posición erguida, con los sentidos controlados y la mirada  fija entre las cejas. Siddhāsana permite atravesar la puerta que  conduce a la perfección.

Entre las 84 āsanas, se ha de practicar siempre siddhāsana, pues  purifica los 72.000 nāḍis. Si_se domina siddhāsana y se logra contener prāṇa con la  práctica de kevalakumbhaka, no son precisas las demás āsanas.

Padmāsana

Se coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo y  el pie izquierdo sobre el muslo derecho; se cruzan los brazos por la  espalda y se cogen los dedos gordos de ambos pies, el del derecho  con la mano derecha y el del iquierdo con la mano izquierda; se aprieta  la barbilla contra el pecho y se fija la mirada en la punta de la nariz.  Padmāsana cura las enfermedades del yogui.

Colocar los pies sobre los muslos contrarios y las manos en el  regazo con las palmas hacia arriba, una encima de la otra; fijar la  mirada en la punta de la nariz y tocar con la lengua la raíz de los  incisivos superiores; apretar la barbilla contra el pecho y elevar apana  con suavidad mediante la contracción del ano (mūlabandha). Ésta es (otra variación de) padmāsana, destructora de todas las  enfermedades (únicamente) en personas de gran percepción.

Siṃhāsana. Colocar los talones (con los pies cruzados) bajo el  sexo, con el derecho tocando el lado izquierdo del perineo y el  izquierdo tocando el lado derecho

Colocar las palmas de las manos con los dedos extendidos sobre  las rodillas; con la boca abierta, concentrar la mirada en la punta de la  nariz.

Bhadrāsana

Colocar los tobillos bajo el sexo a ambos lados del  perineo, el derecho a la derecha y el izquierdo a la izquierda (con las  plantas de los pies unidas).

Mantener los pies firmemente unidos con las manos y  permanecer inmóvil. Bhadrāsana cura todas las enfermedades. Esta āsana se denomina Gorakṣāsana por los yoguis avanzados  (siddha) y el cansancio desaparece sentándose en esta ella.

 

Dieta moderada

Seguir una dieta moderada quiere decir alimentarse con comida agradable y dulce dejando siempre libre una cuarta parte del estómago y dedicando el acto de comer a Śiva.

Los siguientes alimentos son recomendados para el yogui: trigo, arroz,  centeno, ṣaṣṭikā, productos hechos de cereales, leche, ghē, azúcar moreno,  miel, jengibres eco, pepinos, patolaka, las cinco legumbres (jīvāntī,  vastumulya, akṣi, meghanāda y punarnava), mung y agua pura

El yogui debe tomar alimentos nutritivos y dulces, mezclados con leche y ghē, que aumenten los dhātu y sean agradables

 

Conclusiones

Cualquiera que practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos que sea  perezoso. No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo libros  (śāstras).

Tampoco se logra siddhis vistiendo de una forma determinada o  conversando sobre yoga: sólo se triunfa a través de la práctica incansable.  Sin duda, este es el secreto del éxito

 

 

           Segunda parte: sobre el prāṇāyāma





Necesidad del prāṇāyāma

El yogui que realiza perfectamente sus āsanas, se alimenta con moderación y  controla sus sentidos, debe ahora practicar prāṇāyāma siguiendo las instrucciones  de su guru

Mientras la respiración (prāṇa) sea irregular, la mente permanecerá inestable;  cuando la respiración se calme la mente permanecerá inmóvil y el yogui logrará  estabilidad. Por consiguiente, se ha de controlar la respiración (con la práctica del  prāṇāyāma).

Necesidad de purificar  los nāḍis.

Mientras los nāḍis (iḍā y piṅgalā) permanezcan con impurezas, prāṇa no podrá  entrar en suṣumnā. De esta forma el yogui no conseguirá el estado de unmanī y no  tendrá exito.

 

Nāḍiśodhanaprāṇāyāma

En la postura padmāsana, el yogui debe inspirar (pūraka) a través de la  ventana nasal izquierda (candra, iḍā) y, tras contener la respiración  (kumbhaka) tanto como sea posible, ha de espirar (recaka) por la ventana  nasal derecha (sūrya, piṅgalā).

Si se inspira prāṇa a través de iḍā, se debe espirar a través de piṅgalā;  a continuación se inspira (nuevo prāṇa) por piṅgalā y se espira por iḍā,  siempre después de haber contenido la respiración (kumbhaka) el máximo  tiempo posible. El yogui que se perfeccione con la práctica de yama y practique esta respiración alternada (nāḍi-śodhana) purificará todos sus nāḍis en tres meses.

 Fases del prāṇāyāma

En la primera fase hay transpiración, en la segunda hay temblores y en la fase superior el prāṇa llega al lugar mas excelso (brahmārandhra); de esta forma ha de  practicarse el prāṇāyāma

 

Práctica correcta.

El prāṇa ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los leones, los  elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y energía), pues de lo contrario el  practicante podría morir.

Para tener éxito (siddhi) hay que inspirar y espirar con lentitud, procediendo  también de forma gradual con kumbhaka.

Efectos

Cuando los nāḍis están purificados, el cuerpo adelgaza y brilla de forma  natural

Purificaciones




Ṣaṭkarma debe constituir la primera práctica para las personas flemáticas y de  constitución débil. En otro caso (con vata, pitta y kapha equilibrados), no resulta  necesario

Estas seis prácticas que incluyen Satkarma,  purifican el cuerpo y han de mantenerse cuidadosamente  en secreto puesto que producen resultados maravillosos y, en consecuencia, son  muy apreciadas por los grandes yoguis.

Purificación del tracto digestivo.

Dhauti: se traga lentamente una tira de tela humedecida, de cuatro  pulgadas de ancho y quince palmos de largo, siguiendo las instrucciones del  guru, y se saca a continuación. Dhauti resulta efectiva contra el asma, las enfermedades bronquiales,  pliha, la lepra y muchas otras enfermedades debidas a un desequilibrio de  kapha.

 

Purificación del recto

Vastī: en utkaṭāsana (sentado en cuclillas, con los pies juntos y las  nalgas sobre los talones) y sumergido en agua hasta el ombligo, se introduce  en el recto un tubo delgado de bambú y se contrae el esfinter anal (para  aspirar el agua, agitarla dentro y, finalmente, echarla fuera)

La práctica de vastī es eficaz contra gulma, pliha, udara y todos los  desórdenes provenientes de un exceso de vata, pitta y kapha.

 

Purificación de los senos nasales.

Netī : se introduce un fino cordón, de un palmo de largo, por una de las ventanas nasales y se saca por la boca. Despeja la zona craneal y agudiza la visión; elimina con rapidez todas  las molestias que surjan por encima de los hombros.

Purificación de los ojos.

Trāṭaka: se mira fijamente y sin parpadear un objeto pequeño, hasta  que surgen lágrimas. Los maestros llaman trāṭaka a esta práctica. Elimina la pereza y todas las enfermedades oculares; debe mantenerse  cuidadosamente en secreto, como una caja de joyas.

Purificación del abdomen

 

Naulī: inclinar la zona de los hombros hacia delante apoyando con  firmeza las palmas de las manos en el suelo; hacer girar el vientre hacia la izquierda y hacia la derecha, como un remolino en un río. Los siddhas llaman  a esto naulī

Esta excelente práctica del haṭhayoga elimina la pesadez del fuego  gástrico, estimula la digestión, deja una sensación agradable y elimina todos  los males y desajustes de los humores.

 

Purificación de los pulmones y senos craneales

Kapālabhātī: efectuar recaka y pūraka rápidamente, como el fuelle de  un herrero, se denomina kapālabhātī y elimina todos los males atribuibles a  kapha.

Estas seis prácticas eliminan la obesidad, los transtornos de la flema y  las impurezas; si se ejecuta prāṇāyāma a continuación, se logra el éxito sin  esfuerzo.

 

 Estas seis prácticas eliminan la obesidad, los transtornos de la flema y las impurezas; si se ejecuta prāṇāyāma a continuación, se logra el éxito sin esfuerzo.

 

Purificación de todos los nā Purificación de todos los nāḍis.

Algunos maestros opinan que los nāḍis pueden ser purificados solo con  la práctica del prāṇāyāma y que los ṣaṭkarmas son innecesarios.

 

Conclusiones.

Todos los dioses, incluido brahmān, se han dedicado a la práctica del  prāṇāyāma, librándose así del miedo a la muerte; por tanto, es conveniente practicar  el control respiratorio

Técnicas de respiración





Hay ocho kumbhakas: sūryabhedana, ujjāyī, śītkārī, śītālī, bhastrikā, bhrāmarī, mūrcchā y plāvinī.

Impulsando apāna hacia arriba (con mūlabandha) y haciendo bajar prāṇa desde la garganta (con jālandarabhanda), el yogui se libera de la vejez  y se convierte en un joven de dieciséis años.

Respiración solar

Sūryabhedana: el yogui ha de sentarse en una āsana adecuada,  en un asiento confortable, e inspirar lentamente por piṅgalā (la fosa  nasal derecha). A continuación debe practicar kumbhaka hasta que sienta el  prāṇa penetrar en todo su cuerpo, desde la punta de los cabellos hasta  las uñas de los dedos de los pies; entonces ha de espirar lentamente a  través de iḍā (la fosa nasal izquierda).

Esta excelente sūryabhedana (kumbhaka) ha de practicarse una  y otra vez, pues despeja el cerebro (lóbulo frontal y senos), combate  los parásitos intestinales y cura los males causados por exceso de  vata.

 

Respiración victoriosa.

Ujjāyī: con la boca cerrada, inspirar lentamente por ambas fosas  nasales de tal forma que el aire produzca un ruido (sordo) al pasar por  la garganta hacia los pulmones.

Practicar kumbhaka como antes y espirar por iḍā (la fosa nasal  izquierda); con esta técnica se eliminan los problemas de flema en la  garganta y se incrementa la capacidad digestiva del cuerpo.

Respiración enfriadora.

Śītkārī: inspirar por la boca produciendo un sonido sibilante, al  mantener la lengua entre los dientes, y espirar a continuación por la  nariz; la práctica continuada de ésta técnica vuelve al yogui hermoso  como el dios del amor (Kāmadeva).

Entonces, se vuelve muy atractivo para las yoguinis, controla sus  acciones, no siente hambre, ni sed y no se ve afectado por la  somnolencia o la pereza.

Con esta práctica consigue fuerza física y se convierte en  maestro de yoga, libre de todas las desgracias terrenales

Respiración refrescante

Śītālī: inspirar a través de la lengua en forma de tubo, como el  pico de un pájaro, proyectada un poco por fuera de los labios; a continuación, espirar lentamente a través de la nariz.

Este kumbhaka cura las enfermedades del abdomen y del bazo,  entre otras; también evita la fiebre, la tendencia a sufrir trastornos  biliares, el hambre, la sed y los efectos de los venenos.

Respiración del fuelle.

Bhastrikā: adoptando padmāsana, al colocar los pies sobre los  muslos (contrarios), se eliminan los efectos nocivos de todas las  enfermedades.

Tras adoptar correctamente dicha postura, con la espalda y la  nuca alineadas, cerrar la boca y espirar con energía por la nariz de tal  forma que se sienta la presión en el corazón, la garganta y la cabeza; a  continuación, inspirar con rapidez hasta que la respiración alcance el  loto del corazón

Esta kumbhaka denominada bhastrikā ha de practicarse  especialmente, pues obliga al prāṇa a atravesar los tres nudos (granthi)  de suṣumnā (brahmāgranthi, viṣṇugranthi, rudragranthi)

Respiración del zumbido

Bhrāmarī: inspirar rápidamente, produciendo el sonido del vuelo  de un zángano, y expirar a continuación con lentitud (después de  efectuar kumbhaka), produciendo el sonido del vuelo de una abeja; con la práctica de este ejercicio, los grandes yoguis experimentan una felicidad indescriptible en sus corazones.

Respiración extenuante

Mūrcchā: al final de pūraka se ejecuta un firme jālandarabhanda y después se espira lentamente; éste kumbhaka reduce la actividad  mental de forma muy agradable.

Respiración flotante.

Plāvinī: cuando se llenan los pulmones completamente de aire, el  yogui puede flotar fácilmente en el agua como una hoja de loto

Tipos de retención respiratoria.

Hay tres tipos de prāṇayama: recaka, pūraka y kumbhaka; kumbhaka es  también de dos tipos: sahita (con pūraka y recaka) y kevala (sin pūraka ni recaka

Retención absoluta

Kevala es un kumbhaka independiente de pūraka y recaka, durante el  cual se retiene prāṇa sin esfuerzo alguno; mientras no se domine totalmente  kevala, se ha de practicar sahita.

Ciertamente, cuando se practica kevalakumbhaka (reteniendo la  respiración a voluntad), se obtiene el estado de rājayoga.

Por medio de kevalakumbhaka se despierta kuṇḍalinī y suṣumnā queda  libre de obstáculos, alcanzandose (gradualmente) la perfección en haṭhayoga.

Rāja y Haṭha

No se puede perfeccionar el haṭhayoga sin la práctica del rājayoga, y  viceversa; por tanto, se han de practicar los dos hasta que se obtenga la perfección  en rājayoga

Efectos de la práctica

Cuando se perfecciona el haṭhayoga aparecen las siguientes señales: agilidad  física, brillo en el rostro, manifestación del sonido interior (nāda), mirada  transparente, salud, control del fluido seminal (bindu), aumento del fuego digestivo y  total purificación de los nāḍis.

 


Tercera parte: sobre los mudrās




Kuṇḍalinī

De la misma forma que Ananta, el señor de las serpientes, sostiene todo el  universo con sus montañas y bosques, kuṇḍalinī es el fundamento de todas las  prácticas de yoga

Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudrās a fin de despertar a la  poderosa diosa kuṇḍalinī que duerme cerrando la entrada a suṣumnā (la puerta de  acceso a lo absoluto).

Mudrā

 Los diez mudrās son: mahāmudrā, mahābandha, mahāvedha, khecarī,  uḍḍiyānabandha, mūlabandha, jālandarabhanda, viparītakaraṇī, vajrolīmudrā y  śakticālana

Destruyen la vejez y eliminan la muerte.

Mahāmudrā

Presionar en el perineo con el talón izquierdo y  manteniendo estirada la pierna derecha, agarrar los dedos del pie (derecho)  con las manos.

Contraer la garganta (en jālandarabhanda) y llevar prāṇa hacia arriba  (por el suṣumnā); De esta forma kuṇḍalinī se estira, igual que una serpiente  (enroscada) cuando se golpea con un palo.

Entonces, los otros dos nāḍis se quedan sin vida (porque prāṇa ya no  los recorre). Espirar a continuación muy lentamente, nunca deprisa; los sabios  denominan a esta práctica mahāmudrā.

Se debe  repetir con el derecho, finalizando la práctica cuando se haya ejecutado igual  número de veces por cada lado.

Así se ha descrito mahāmudrā, que proporciona grandes siddhis a los  hombres; debe mantenerse cuidadosamente en secreto, sin revelársela a  nadie.

Mahābandha

Colocar el talón izquierdo contra el perineo y el pie  derecho sobre el muslo Después de la inspiración, apretando firmemente la barbilla contra el  pecho (en jālandarabhanda), contraer el esfínter anal y concentrar la atención  en suṣumnā Tras contener la respiración el mayor tiempo posible, hay que espirar  lentamente; después de haber practicado por el lado izquierdo, hay que  repetir por el derecho.

Igual que la belleza y el encanto no le sirven de nada a una mujer si no está junto a un hombre, mahāmudrā y mahābandha carecen de utilidad sin  mahāvedha.

Mahāvedha

El yogui, sentado en mahābandha, debe inspirar con la  mente concentrada y detener a continuación el flujo de prāṇa tanto hacia  arriba como hacia abajo, por medio de jālandarabhanda.

Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, el yogui debe  elevar su cuerpo en el aire para dejarse caer suavemente sobre sus nalgas  varias veces; así, el prāṇa abandona los nāḍis (iḍā y piṅgalā) y se introduce  en suṣumnā.  De esta forma tiene lugar la unión de luna, sol y fuego (iḍā, piṅgalā y  suṣumnā), que conduce a la inmortalidad; cuando el cuerpo adopte un  aspecto cadavérico, el yogui ha de espirar (lentamente)

Efectos

Deben practicarse las tres ocho veces al día, cada tres horas; esto  aumenta los efectos beneficiosos de las acciones y elimina los dañinos; quien  reciba la instrucción adecuado (por parte del guru) lo practicará gradualmente.

Khecarī: técnica

Con la lengua doblada hacia atrás se tapona el orificio de conexión  del paladar con las fosas nasales y se fija la mirada entre las cejas. La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el frenillo), agitándola y  estirándola, hasta que pueda tocar el entrecejo; entonces se consigue realizar  propiamente khecarīmudrā

Con un cuchillo limpio y muy afilado, en forma de hoja de cactus, se practica  un corte en el frenillo del espesor de un cabello. Continuar haciendo lo mismo durante seis meses, con cuidado y de forma

gradual; entonces el frenillo de la lengua quedará completamente cortado.

Khecarī: efectos

El yogui que permanece siquiera medio kṣaṇa (24 minutos) con la lengua  dada vuelta, se libera de envenenamientos, enfermedad, vejez y muerte.

Una vez taponado el orificio en la parte superior-trasera del paladar por medio  de la khecarīmudrā, el yogui puede controlar la eyaculación incluso en el abrazo más  pasional con una mujer.

Néctar

Quien domine los secretos del yoga puede vencer a la muerte en quince días,  manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la mente concentrada y bebiendo  somarasa (fluido vital, néctar)

La palabra go alude a la lengua; “comerla” (gomansabhaksna) equivale a  meter la lengua en la cavidad del paladar; esto destruye todos los pecados.

El que, con la mirada dirigida hacia arriba y la lengua cerrando el orificio del  paladar, medita sobre paraśakti y bebe de la clara corriente del somarasa, desde la  cabeza hasta el loto de dieciséis pétalos (viśuddhacakra), por medio del control del  prāṇa, se libera de toda enfermedad y vive mucho tiempo con un hermoso cuerpo,  delicado como un tallo de loto

Conclusión

Existe solo un germen de evolución, que es om; existe un solo mudrā,  khecarī; un solo deber, llegar a ser independiente de todo; y un solo estado  espiritual, manomanī avasthā.

Uḍḍiyānabandha

Se llama así entre los yoguis porque con su práctica el  prāṇa vuela por suṣumnā. Se llama uḍḍiyānabandha a la retracción del abdomen por encima del  ombligo (de tal forma que se empuje hacia la espalda y hacia el diafragma) El que practica con frecuencia uḍḍiyānabandha tal como le enseña su guru,  hasta que se produce de forma natural, rejuvenece por viejo que sea.

Mūlabandha

Presionar el perineo con el talón y contraer el (esfinter del) ano  para hacer subir apāna. Por medio de la contracción de mūlādhāra, la corriente de prāṇa, que  normalmente fluye hacia abajo, es forzada a subir (por suṣumnā); los yoguis llaman  a este ejercicio mūlabandha.

Con la práctica constante de mūlabandha se alcanza la unión de prāṇa y  apāna, se reducen considerablemente las secreciones (de orina y excrementos) e  incluso los más viejos rejuvenecen.

Gracias al intenso calor generado, la durmiente kuṇḍalinī percibe la fuerte  energía y despierta de su sueño como una serpiente golpeada por un palo, que silba  y se endereza.

Jālandharabandha

Contraer la garganta y mantener la barbilla apretada contra  el pecho (hueco del esternón); jālandarabhanda destruye la vejez y la muerte Cuando la garganta está firmemente contraida los dos nāḍis (iḍā y piṅgalā) quedan como muertos; en la garganta se encuentra el cakra del medio, viśuddha,  donde se unen firmemente los (nāḍis que conectan los) dieciséis puntos vitales.  (los puntos vitales son: pulgares, tobillos, rodillas, muslos, perineo, pene o clítoris,  ombligo, corazón, nuca, garganta, lengua, nariz, entrecejo, frente, cabeza y  brahmarandhra)

Bandhatraya

Practicando (simultaneamente) uḍḍiyānabandha, mūlabandha y  jālandarabhanda, se hacer subir prāṇa por suṣumnā.

De esta forma prāṇa queda inmovil en suṣumnā y se vence a la vejez, la enfermedad y la muerte.

Viparītakaraṇīmudrā.

 Todo el néctar que produce la luna celestial (somarasa) acaba  siendo devorado por el sol; así envejece el cuerpo.

En el que practica cada día incrementa el fuego gástrico y ha de tener  siempre comida abundante. Se trata de viparītakaraṇī, que situa el sol, en el plexo solar, por encima de la  luna, sobre el paladar; esto ha de aprenderse siguiendo las instrucciones del guru.

Aumentar la duración de la práctica de forma gradual, dia a dia; al cabo de  seis meses desaparecen las canas y las arrugas; practicando tres horas al día se  vence a la muerte.

Vajrolīmudrā

Incluso los que llevan una vida desordenada sin observar las  disciplinas proclamadas por el yoga, pueden alcanzar el triunfo dominando  vajrolīmudrā. Aspirando el bindu que se eyacula durante la relación sexual, sea el sujeto  hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica de vajrolī.

Con cuidado, soplar con fuerza en el interior del pene con ayuda de un tubo  (insertado en la uretra), a fin de permitir el paso del aire (hacia el interior)

El bindu de los hombres esta bajo el control de la mente, y la vida depende  del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu deben ser protegidos por todos los  medios.

Sahajolīmudrā

Tras la práctica de vajrolī durante la relación sexual, una vez finalizada  toda actividad, el hombre y la mujer sentados cómodamente, deben frotar las  partes más notables de su cuerpo (cabeza, frente, ojos, corazón, hombros y  brazos) con esta mezcla.

Esta técnica solo es dominada por personas virtuosas y valientes, que  conocen la verdad y no son en absoluto envidiosas.

Amarolīmudrā

 Según la doctrina secreta de los kapālika, amarolī consiste en beber la propia orina (amarī) una vez enfriada, desechando la  primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la última del día,  por ser muy ligera. Quien bebe amarī, lo huele y practica vajrolī diariamente, recibe el  nombre de practicante de amarolī.

Vajrolī para la yoguini

Si una mujer practica lo suficiente como para volverse una experta y es  capaz de absorber el bindu de un hombre (eyaculado en su interior) y  retenerlo dentro, por medio de la técnica vajrolī, se convertirá en una yoguini.

Conclusión

Mediante la práctica del yoga de vajrolī, se obtiene la perfección del  cuerpo (belleza, gracia y fuerza); este tipo de yoga proporciona mérito (puṇya)  y, aunque coexiste con la experiencia sensual, conduce hacia la liberación.


Kuṇḍalinī

Kutilangi, kuṇḍalinī, bhujaṅgī, śakti, īśvarī, kuṇḍalī, arundhatī: todas éstas  palabras son sinónimas

Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui debe abrir la puerta de la  liberación mediante el haṭhayoga y el poder de kuṇḍalinī

Kuṇḍalinī se describe enroscada como una serpiente; quien pueda hacer  que śakti se mueva (de mūlādhāra hacia arriba) quedará liberado, sin duda.

Śakticālanamudrā

Se debe despertar a la serpiente dormiḍā (kuṇḍalinī)  agarrándole la cola; entonces, śakti abandona su sueño y se levanta con fuerza.

Kanda

El kanda tiene una extensión igual al ancho de doce dedos, se  encuentra situado encima del ano a una distancia de cuatro dedos y tiene un  aspecto delicado, de color blanco, como cubierto por un trozo de paño blanco

 

Efectos

Sólo el yogui que lleva una vida de brahmacarya, observa una dieta  moderada y saludable, y practica yoga estimulando correctamente a kuṇḍalinī,  alcanzará siddhis en el plazo de 40 días.

Todas las técnicas de prāṇāyāma han de realizarse con la mente  concentrada; el sabio no debe permitir que su mente ande vagando (mientras  practica los ejercicios).

Conclusiones

El que imparte las enseñanzas sobre estos mudrās, recibidas a su vez tal  como se trasmiten tradicionalmente, de gurú a gurú, él mismo es verdaderamente un  gurú, y se le puede llamar maestro, Dios (pṛthivī) en forma humana.



Cuarta parte: sobre el samādhi




 

Samādhi

Así como un grano de sal se disuelve en el agua y se convierte en  uno con ella, durante el estado de samādhi se produce una unión similar entre  mente y ātma.

El estado de equilibrio, unión de jivātman y paramātman, que se produce  cuando cesan todos los procesos mentales, es samādhi

Efectos

Sin la ayuda de un auténtico guru, es muy difícil lograr la renuncia a los  deseos (vairāgya), la percepción de la verdad y el auténtico estado natural de  samādhi (sahajāvasthā)

Cuando prāṇa fluye por suṣumnā y la mente se disuelve en el vacío  (śūnya), el conocedor del yoga (que ha logrado detener el flujo de las  modificaciones mentales) extirpa las raices del karma.

Prāṇa

Una vez dominada la técnica para abrir suṣumnā y hacer que prāṇa fluya por  su interior, hay que practicar en un lugar adecuado (y no descansar) hasta que  kuṇḍalinī se establezca en brahmarandhra

Suṣumnā

Sol y luna originan la división del tiempo en forma de día y noche; suṣumnā (sin embargo) devora el tiempo; esto es un gran secreto.

Con prāṇa controlado, hay que despertar a kuṇḍalinī y encender el  fuego gástrico para entrar en suṣumnā sin temor

Prāṇa y mente

Cuando se detiene prāṇa se detienen también los procesos mentales;  quien controle la mente, controlará también prāṇa.

 Si se suspende la actividad de una de ellas (mente y prāṇa), la otra  parará; si una actúa, la otra también actuará; si no permanecen quietas, los  sentidos estarán siempre activos; si se consigue controlarlas, se alcanzará  mokṣa

Mente y mercurio

La naturaleza de la mente consiste en estar en movimiento continuo, igual que la del mercurio; cuando ambos quedan inmóviles, ¿hay algo en este  mundo que no pueda lograrse?

Prāṇa, mente y semen

Cuando la mente queda quieta, prāṇa se detiene y, en consecuencia,  bindu permanece inmóvil; cuando bindu permanece estable, el cuerpo  adquiere fuerza y estabilidad, a su vez.

Liberación

La quietud mental en sí misma se llama mokṣa, aunque otros puedan  denominarla de distinta forma; en cualquier caso, cuando mente y prāṇa se  disuelven, sobreviene una indefinible alegría.

Laya

Cuando cesa el movimiento respiratorio y la atracción por los objetos de los  sentidos, cuando el cuerpo permanece inmóvil y se detienen las modificaciones  mentales, el yogui experimenta el layayoga

La gente dice “laya, laya”, pero, ¿qué es realmente laya?: es el estado de  olvido de los objetos de los sentidos, debido a que los saṃskāras dejan de  actualizarse.

Śāmbhavīmudrā

 Consiste en concentrar la mente en el interior (en cualquiera de los cakra) mientras se mantiene fija la mirada en un objeto  exterior, sin parpadear; los vedas y los śāstras mantienen este mudrā en  secreto

Con los ojos semicerrados, la mirada fija en la punta de la nariz, la  mente en calma y la corriente de prāṇa en iḍā y piṅgalā detenida,  permaneciendo en un estado de quietud (corporal, sensual y mental) se alcanza lo más elevado en forma de luz radiante que es la fuente de todas las  cosas y, en sí mismo es todo, la suprema realidad; ¿qué más se puede decir?

Liṅgam

No se debe adorar el liṅgam ni de día ni de noche; el liṅgam ha de  adorarse sólo cuando han dejado de existir el día y la noche

Khecarīmudrā

Cuando prāṇa, que normalmente fluye por los nāḍis derecho e  izquierdo, (los abandona y) se mueve por suṣumnā, entonces se puede  practicar khecarīmudrā hasta alcanzar la perfección, sin lugar a dudas.

Entre iḍā y piṅgalā hay un espacio vacío donde se aplica la lengua  para la práctica de khecarīmudrā.

Khecarīmudrā, que recoge el néctar procedente de la luna, es la amante visible de Śiva; la entrada del incomparable y divino suṣumnā debe  bloquearse con la lengua invertida, vuelta hacia el velo del paladar.

No debe haber procesos mentales sobre cosas externas o internas; se  han de abandonar todos los pensamientos subjetivos y objetivos, y no hay  que pensar en nada.

Māyā

Todo lo que se presenta ante la mente no es más que lo cognoscible, pues la  mente es el conocimiento mismo; cuando el proceso de conocimiento y el objeto de  concentración se absorben recíprocamente, desaparece toda dualidad.

Conclusiones

Los diferentes caminos que conducen al samādhi, que utilizan distintas  técnicas, fueron descritos por los grandes maestros de la antigüedad, los cuales  basaron las enseñanzas en su propia experiencia

Nādam

Ahora se describe la práctica de nāda (anāhata), tal como la enseñó  Gorakṣanātha, válida incluso para los menos ilustrados, incapaces de comprender la  realidad.

Cerrando los oídos, la nariz, la boca y los ojos, entonces se oirá claramente  un sonido en el purificado suṣumnā.  (los oídos deben cerrarse con los pulgares, los ojos con los índices, la nariz con los  dedos medio y anular y la boca colocando los meñiques en la comisura de los  labios)ç

Etapas

Toda práctica de yoga contiene cuatro etapas:

1.- Ārambhāvasthā

En cuanto se hace audible el sonido en el vacío (interior), el  cuerpo del yogui se vuelve resplandeciente y brillante; emana una  exquisita fragancia, se aleja de la enfermedad y su corazón se llena de  prāṇa y felicidad.

2.-Ghaṭāvasthā

En la segunda etapa prāṇa se une con apāna,  nāda y bindu y entra en el cakra medio (el del corazón); ahora las  āsanas se perfeccionan y surge la sabiduría divina.  (el cakra del medio es el viśuddhacakra

3.-Paricayāvasthā

En la tercera etapa se percibe un sonido parecido al de un mardala situado en el entrecejo; entonces, prāṇa entra en el gran vacío (mahāśūnya, es decir, suṣumnā), la sede de  todos los siddhis.

4.- Niṣpattyavasth

La integración mental (en un estado en el cual la dualidad  sujeto-objeto no existe) se denomina rājayoga; el yogui, se convierte  ahora en maestro de creación y destrucción, igual que īśvara.

Haṭha Rāja




Hay muchos que solo son haṭhayoguis, y no conocen el rājayoga; estos son  simples practicantes que nunca alcanzarán los (verdaderos) frutos de sus esfuerzos.

(Todos) los grandes yoguis que han logrado el estado de samādhi a través de  la concentración en nāda, han experimentado en sus corazones una felicidad  inigualable, mas allá de toda descripción y que sólo puede ser conocida por el  bendito maestro (Śrī Gurunātha).

Práctica del nādam

El muni, cerrados sus oídos con los pulgares, escucha (atentamente) el sonido místico (en su interior) hasta que alcanza lo inmutable (turīya).

Al principio se oyen interiormente varios sonidos como el rugir del océano o  como el trueno, como el del tambor o el del timbal; en la etapa intermedia los  sonidos se escuchan como un tambor mardala, la concha, la campana o el cuerno;  finalmente, el sonido se asemeja al de las campanillas, la flauta, la vina o las abejas

El que desea alcanzar el dominio del yoga ha de reducir al máximo toda la  actividad mental y, con la mente totalmente concentrada, meditar exclusivamente en  nāda.  (es decir, la mente debe volverse una con nāda, lo cual representa el estado de  dhyāna)

Semejanzas

Nāda es como la trampa que captura al ciervo interno (la mente); y también  como el cazador que mata al animal interior (el pensamiento conceptual)

Cuando la mente se sumerge en nāda es como una serpiente absorta en la unidad, que se olvida de toda inquietud y no huye a ninguna parte.

 

Asamprajñātasamādhi

 

El fuego que quema un trozo de madera se apaga cuando ha consumido toda la madera; así también la mente, cuando permanece concentrada (y no busca mas  combustible), se disuelve en nāda.

Lo que se puede oír ahora es la resonancia mística de un sonido; y la  quintaesencia de eso que se oye es el supremo objeto de conocimiento, la  consciencia absoluta (caitanya); antaḥkaraṇa (mente) se vuelve una con caitanya, se  disuelve en ella; este es el supremo estado de Viṣṇu (el omnipenetrante ser).

 

Unmanīavasthā

Todas las prácticas del haṭhayoga y el layayoga no son más que medios  para conseguir el rājayoga; quien logre el rājayoga triunfará sobre la muerte.

Por medio de la constante meditación en nāda, se destruyen todos los deseos acumulados, y la mente y el prāṇa se disuelven definitivamente en la inmaculada consciencia absoluta (vacía de todos las guṇas).

El yogui que supera todos los estados y se libera de todos los pensamientos, parece como muerto (es decir, inmutable ante los estímulos externos) y se halla liberado, sin duda alguna. (hay cinco estados o avasthā: jāgrat, svapna, suṣupti, mūrchā y māraṇa)

Samādhi

Un yogui en samādhi no resulta dominado por el proceso del tiempo (la muerte), ni por el fruto de las acciones (karma); nada ni nadie puede afectarle.

Ciertamente, se trata de una persona liberada, de aspecto saludable (con la  mente clara y despejada), que parece dormido pero está despierto, que no inspira ni  espira (debido al sostenimiento de kumbhaka).

Conclusión

Pero, mientras prāṇa no entre en suṣumnā y alcance su meta en  brahmarandhra, mientras bindu no esté controlado mediante la contención de la  respiración, mientras la mente no refleje su auténtica naturaleza durante la  meditación, los que hablan de conocimiento espiritual no son mas que charlatanes y  tergiversadores.

 

 

KATHERINE FOXON MATUS

Marzo 2021


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